De nuevo con las maletas al hombro. Santa María, me despido, pero no puedo decir «nos vemos pronto», me has enseñado cosas buenas y cosas que no quería ver, pero aún así te doy las gracias, me has servido de ayuda en mi camino.
Un sabio me dijo un día: «es una lástima que tu situación no te permitiera estar relajado, hubieses disfrutado más». Esta frase me gustó, pues refleja mi situación, pese a tener problemas, lo he pasado bien, he sacado todo el jugo posible a la experiencia. Nunca pensé que una ciudad me enseñase de nuevo el camino del amor y del odio, descubrir el egoísmo en su mayor expresión hasta el momento vivido, como empezar a no preocuparme por aspectos tan materiales y a controlar los sentimientos, así como re-orientar mis prioridades.
Sin duda estos últimos 4 meses me han ayudado a seguir «La Ruta».
Seguiremos caminando.