Debo hacer una crítica al país brasileño, por ende al europeo, con respecto a la poca sensibilidad con las personas deficientes, en especial, en este caso, con la gente que va en silla de ruedas.
Me he visto algo perjudicado transportando mis maletas por las calles de Brasil durante éste tiempo, excesivos desniveles, diferentes tipos de asfalto y adoquines, tipos de baldosas en las aceras y su respectivo mal cuidado, muchos tramos con agujeros, etc. Y claro está, el acceso de la calle a la acera por el paso de peatones, es inaceptable. No hay rampas de acceso para minusválidos. Y no solo es en las calles, muchos edificios no tienen ascensores, ni forma de acceder cómodamente a las viviendas.
Haciendo una crítica constructiva, si yo he tenido muchos problemas para transportar mis maletas, no quiero imaginar a alguien en silla de ruedas, imposible pasear por la ciudad. Esto me hace pensar de nuevo, en lo que dicen de Brasil o China, que son potencias mundiales. Por lo visto, una potencia mundial, se convierte en tal, cuando su economía evoluciona. Y no me extraña viviendo en un mundo controlado por el dinero y los comercios. Para mi, un país que sea una potencia mundial, debe mirar mucho por su educación, sanidad, bienestar,… y a Brasil le queda mucho para solucionar esos aspectos.
Pero ésta crítica afecta también a mi país. Llamar primer mundo a Europa cuando estos aspectos no están solucionados al 100%, es algo abusivo. Aún no hemos llegado a ser mundo socialmente evolucionado, es imposible ser mundo desarrollado, cuando lo último que importa son las personas.